Y nos ha tocado en suerte la palabra, la palabra que nos enseña y que nos esconde; la palabra que otros hacen nuestra cuando, sin espacio en la tierra, la escriben sobre el cielo que sostenemos de otra manera desde que nos atrevimos a ponernos de pie. Quienes dejaron las huellas sobre las que hoy pisamos se preguntaron lo mismo que nos preguntamos y su contesta no fue otra que una pregunta mayor que, por fortuna, seguimos sin responder para que no se nos acabe nunca la curiosidad. Esa pregunta que crece es la poesía. Esta es tierra de poetas o, mejor dicho, cielo de poetas. La poesía nunca podrá ser tierra sino agua y aire, por eso se parece a una isla breve, que se acaba enseguida pero que no se termina nunca, como las preguntas que siguen siendo versos, como los horizontes que riman. Vayamos de la mano de la poesía, confiemos en su falta de certezas para desconocernos un poco menos. A ese viaje nos convida la palabra, a ese rumbo nos invita tanto cielo. Todo el cielo.

Todo el cielo nace de la creencia de muchos poetas que piensan que todos escriben el mismo poema. Que todos los que en distintas lenguas, lugares y tiempos se han aventurado a la página en blanco, suman otra pieza a ese puzzle inacabado y maravilloso. Todo el cielo, es un viaje a lomos de poemas canarios de diferentes autores y épocas, seleccionados por Yeray Rodríguez, que cobrarán vida juntos, como voces de un coro que hará una sola la canción de tantos. Porque sobre estas islas breves llevamos siglos persiguiendo respuestas que los poemas no acaban de responder y eso hace que nos crezcan las preguntas. Quizá en la voz de otros, más nuestra cuanto más coral, encontremos, más que la respuesta, la pregunta definitiva. Tenemos todo el cielo para averiguarlo.

Espectáculo cuya dramaturgia está realizada a partir de una selección de poemas, realizada por Yeray Rodríguez, de autores canarios de las ocho islas, dirigido por Mario Vega e interpretado por Marta Viera y Ruth Sánchez, con música en directo de la mano de Carlos Oramas.